Las piscinas de baldosas requieren un mantenimiento adecuado para que no causen ningún problema.
Una de las tareas de mantenimiento que se deben realizar periódicamente en una piscina de arenisca es la lechada de la piscina aplicando un material que suele ser un cemento especial preparado para realizar este trabajo.

Hay que tener en cuenta que no todos los cementos son aptos para el rejuntado de una piscina.

¿Cómo sabemos cuando es necesario hacer masilla en nuestra piscina?

Cuando notamos que hay zonas entre las placas donde aparecen líneas negras, es necesario aplicar la masilla. Estas líneas negras pueden ser suciedad o cemento negro.

¿Qué sucede si no pinto mi piscina a ciertos intervalos?

En las piscinas que necesitan rejuntado, las algas pueden aparecer de forma permanente entre las baldosas, incluso si se aplican productos de limpieza desinfectantes o antialgas.
Cuando pasa mucho tiempo sin cementar las baldosas, también pueden desprenderse o romperse.
Por último, hay que tener en cuenta el factor estético: una piscina con masilla en perfecto estado resulta muy agradable visualmente, mientras que una con baldosas rotas da la sensación de que está muy deteriorada.

¿Con qué frecuencia tengo que pintar mi piscina?

Idealmente, haga esto cada 4 o 5 años. Para ello, es necesario vaciar la piscina y, en primer lugar, limpiarla a fondo con un producto de limpieza de alta presión y un desinfectante. Después de la limpieza aplicaremos la masilla.

¿Qué alternativas existen para el cemento?

Si estás cansado de rejuntar la piscina, la única solución es cambiar el tipo de cubierta. Lo más habitual es retirar la loseta y poner un liner de PVC reforzado que sirve tanto de impermeabilizante como de revestimiento. Otra opción es aplicar fibra de vidrio, pero esta opción es más adecuada para piscinas de poliéster.